miércoles, 30 de julio de 2014

Denuncia pública contra FOGASA

Me aparto un poco de la línea del blog, pero creo necesario difundir lo que sigue.

Esto es una denuncia pública CONTRA EL FOGASA.

Después de haber conocido todo tipo de incompetencias por parte de la Administración Pública, HOY he sido testigo directo de la madre de las incompetencias, con rango de capitán general (insuperable). La pongo de manifiesto con intención de ofrecer servicio público, esperando que llegue a alertar a aquellos pobres, y necesitados usuarios del FOGASA, que esperen cobrar. Es tan espeluznante que, a pesar de haber sido denunciada (sin respuesta, de momento), además no tiene visos ni fecha de solución.
El problema en sí es "la repera", pero lo más grave es que demuestra la absoluta incompetencia por la que muchos funcionarios son amos de nuestros bienes y derechos. Esos funcionarios, en particular, son los que provocan la visión que tenemos de todos en general. Ahora se hace necesaria la respuesta a unas preguntas: ¿Es suficiente, con aprobar una oposición, para que te den el poder de hacer y deshacer sin impunidad, y con la más absoluta incompetencia? ¿No sería más oportuno aprobar una oposición, PERO también demostrar una capacitación?
En ocasiones hemos oído quejas sobre la Administración Pública española, y alguien ha dicho que “tenemos lo que nos merecemos”. Rotundamente, NO. Nadie puede merecer el despropósito del que he sido testigo, y que viene a resumirse así:

Una ciudadana, como usted o como yo, vio como la empresa para la que trabajaba dejaba de pagarle, y se hundía. Esa ciudadana, un día cualquiera y  después de una tortura en tiempo y forma, recibe la noticia de que su expediente en el Fogasa sale adelante y va a cobrar. Tiempo después recibe notificación del Fogasa de que el pago ya se ha realizado, pero el ingreso no llega, no llega, no llega…
Se persona para recibir explicaciones, ante una situación que cree urgente, y grave. Y digo que ella lo cree como grave y urgente (y no se entendería otra opinión), pero al Fogasa le importa lo mismo que si oye llover, y le solicita cita previa (para vaya usted a saber cuando).
Mientras se acerca la fecha de la cita, se envían varias quejas, intentando llamar la atención del Fogasa por un caso que no es ordinario, sino que en verdad es urgente y grave. Evidentemente, se alcanza la fecha de la cita antes de recibir una sólo respuesta a alguna de las reclamaciones.
El día de la cita no tiene desperdicio:
La ciudadana, en compañía de su abogado, manifiesta su intención de informarse del número de cuenta al que el Fogasa se supone que pagó, porque el dinero nunca ha sido cobrado, y se supone error administrativo. La funcionaria manifestó, literalmente, “que ya no le extrañaba nada de lo que pudiera ser”. Con eso quiso dejar claro que, ¡por supuesto ella no tendría nada que ver!
Después de varios intentos de la funcionaria por “evadirse”, alguno de los cuales es para relatarlo aparte, llega el momento cumbre. Muestra la pantalla de su ordenador, al mismo tiempo que la fotocopia de la cartilla del banco que se aportó al expediente.
¿Saben ustedes que las cuentas tienen la estructura (ESXX + entidad + oficina + dc + cuenta? Antes, 20 dígitos, ahora, con el IBAN, 24 caracteres.
¡PUES BIEN! Han hecho la transferencia, supuestamente, ¡y juro que no entiendo cómo es posible hacerlo!, a un número de cuenta con la estructura citada, PERO al que han añadido tres nuevos dígitos (el número de la cartilla: en este caso era 002)
¡POR DIOS! Después de agotar el espacio donde se listan los movimientos, hay que cambiar de cartilla, y te dan la 002 después de la 001, o la 057 después de la 056. ¡Eso no es parte del número de cuenta! (Además que lo he visto yo, encima del núm. 002 pone “Núm. cartilla” o “Núm. libreta”)
¿Cómo un funcionario, que tiene en nuestras manos dinero que no es suyo, y trabaja con cuentas bancarias, no sabe que el número de la libreta no pertenece al número de cuenta? ¿USTED LO ENTIENDE…? PUES YO NO.

Han creado un número de cuenta imposible al que han enviado el dinero de la ciudadana. Y lo peor es que la ciudadana oye como le dicen que “ellos han pagado”, pero ella no ha cobrado. El dinero está en una especie de limbo económico, y parece que la solución no es fácil ni temprana (es evidente que será menos fácil y rápido si son los mismos funcionarios los que lo tengan que solucionar). ¿Serán capaces?

En resumen, y como aviso a aquellos que tengan que lidiar con el FOGASA, diré que si tienen que aportar copia de la cartilla del banco, borren la casilla donde dice “número de libreta (o cartilla)”, porque se corre el riesgo de que ocurra lo mismo.
Luego queda una reflexión: ¿Es bastante con la solución (no se sabe cuando) para resarcir al ciudadano de una injusticia y un daño semejante?


(Podrías compartirlo: puedes hacer mucho bien a otros ciudadanos inocentes)

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